En la actualidad solemos ser culturas en donde se alienta el desarrollo del pensamiento y no así el de los sentimientos y sensaciones. Se nos invita a pensar ytomar decisiones racionales y no dejarnos llevar por los sentimientos y eso de alguna manera nos lleva a desconectarnos de nuestro sentir. Pero, por otra parte el no sentir o reconocer las emociones no significa que no existan, y justo el ignorar o no resolver nuestros conflictos emocionales con frecuencia suscita los excesos adictivos de nuestra cultura como son: activismo, violencia, estrés, acumulación de conocimientos, adicción al trabajo, enfermedades psicosomáticas, bienes de consumo superfluos, alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, búsqueda de pseudo-iluminaciones instantáneas, ciber sexo, sexo utilitario... No es extraño que solamos ser culturas con muchas adicciones porque con ellas pretendemos encubrir nuestro vacío, la falta de sentido en nuestra vida. Pero, nuestras adicciones, aunque a veces parecieran alimentar la falsa ilusión de vivir plenamente, en realidad es sólo una especie de adormecimiento emocional, que no profundiza ni ahonda, al admitir solamente sentimientos ‘light.’ En nuestros días de consumismo y vida superficial, parece que preferimos la cómoda mediocridad de no comprometernos, de no arriesgarnos y de no sentir. Y en una sociedad que todo lo compra intentamos comprar la ilusión de estar más allá de esta insensibilidad colectiva imperante. Y vivimos confundiendo el activismo y entretenimiento enajenante con la auténtica alegría; asimismo nos engañamos con nuestra inmovilidad y apatía supliendo con ellas tranquilidad y paz. La pregunta es ¿Quiero despertar? ¿Me conviene? ¿En verdad quiero sentir? ¿Me conviene o ya me he vendido por conveniencia?
Fragmento del libro Sexo con alma de Silvia Graciela Moreno López
Fragmento del libro Sexo con alma de Silvia Graciela Moreno López
Comentarios
Publicar un comentario